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Botox para Arrugas

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Botox o Toxina Botulínica

El Botox o Toxina Botulínica es hoy en día uno de los procedimientos de medicina estética más realizados y ha conseguido potenciar el conocimiento de la anatomía facial y la forma de trabajar los músculos que proporcionan la expresión. No sólo podemos eliminar las famosas patas de gallo o las arrugas del entrecejo, sino que podemos modificar una sonrisa que enseña demasiado los dientes o la posición de tristeza de los ángulos de la boca. También puede actuar debilitando las bandas del cuello o en las arrugas del escote. Aunque popularmente la toxina botulínica que utilizamos para tratamiento cosmético facial se conoce como Botox. 

En febrero de 2004, las Agencias del Medicamento dieron su visto bueno a la utilización de la Toxina Botulínica Tipo A para su uso cosmet, desde entonces, se ha convertido en uno de los tratamientos no quirúrgicos más exitosos para tratar las arrugas de expresión. Del mismo modo, la Toxina Botulínica Tipo A ha sido aprobada con el nombre de BOTOX para su uso terapéutico. Posteriormente se han aprobado las otras marcas de toxina botulínica. La calidad de vida de las personas ha mejorado mucho y buscamos tratamientos de rejuvenecimiento facial que no sean agresivas y retrasen un lifting.

Aplicaciones cosméticas:

Actualmente el uso de Botox cosmético está autorizado en todo el mundo para el tratamiento de las arrugas de la expresión como las arrugas del entrecejo. Otros tratamientos cosméticos que se realizan habitualmente son las arrugas de la frente, las patas de gallo, la sonrisa gingival, para subir las comisuras de los labios o las bandas del cuello.

Aplicaciones médicas:

La hiperhidrosis o exceso de sudoración. El estrabismo. Las distonías. El blefaroespasmo. Las algias vertebrales. La migraña. La incontinencia urinaria en parapléjicos. En el campo de la cirugía reconstructiva es un arma de gran ayuda de cara a los tratamientos de los pacientes con asimetrías faciales a niveles como las cejas o la sonrisa, lo que nos conecta directamente con el tratamiento adyuvante de la parálisis facial o de los espasmos musculares. En estos casos la relación médico paciente es la base fundamental para la consolidación del tratamiento.

Mecanismo de acción del botox para arrugas de expresión

La aplicación de Botox se realiza a través de una aguja muy fina y directamente sobre la musculatura facial. Las inyecciones de esta sustancia bloquea las señales nerviosas musculares, que a su vez debilita el músculo de manera que no puede contraer y disminuye las arrugas faciales no deseadas . La toxina botulínica puede combinarse con otros procedimientos cosméticos de la piel tales como los peelings químicos , rellenos dérmicos o microdermoabrasión para mejorar aún más los resultados . Esta combinación de terapias puede incluso ayudar a prevenir la formación de nuevas líneas y arrugas. Aunque las inyecciones de Botox puedan parecer un procedimiento muy fácil de realizar es importante que lo realice un especialista con experiencia ya que buscamos la aplicación de las cantidades que precisa de forma individual cada paciente para disminuir la contracción de determinados músculos y así conseguir un resultado natural y relajado. Un pinchazo con Botox en el lugar equivocado puede generar una expresión no deseada. No se requiere anestesia. Usted puede notar resultados en pocos días, pero puede tardar hasta una semana para ver el efecto completo. Esta mejora general dura de cuatro a seis meses . Cuando los efectos de la toxina botulínica comienzan a desvanecerse, sus reacciones musculares y las arrugas volverán.

Consideraciones especiales, riesgos y recuperación:

Puede reanudar sus actividades normales inmediatamente . No masajee ni presione las áreas tratadas después del tratamiento ya que puede causar la migración de la toxina botulínica a otra zona de la cara. Es preferible evitar acostarse las primeras horas después del tratamiento. Aunque la inyección bien hecha es una técnica segura podría presentar:

  • Morados y dolor en el lugar de la inyección. 
  • Enrojecimiento. 
  • Dolor de cabeza.
    • Síntomas gripales.
  • Náuseas. 
  • Debilidad facial temporal. 
  • No ha habido ningún caso de propagación peligroso del efecto del Botox lejos del lugar de la inyección cuando se ha utilizado a la dosis recomendada para el tratamiento de la sudoración intensa en las axilas o cuando el BOTOX se ha utilizado en la dosis recomendada para el tratamiento de las arrugas.