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Aumento de Mamas con Propia Grasa

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El Lipofilling de mamas o aumento de pecho con grasa propia esta indicado en pacientes que desean un aumento de mamas y no quieren ser portadoras de una prótesis mamaria. Podemos conseguir un aumento discreto o moderado de pechos siempre y cuando la paciente disponga de suficiente grasa en otras partes del cuerpo.

El aumento de senos con grasa propia es un método ideal, porque evita las posibles complicaciones de las prótesis o para corregir algunas complicaciones que provocan el rippling o la palpación de la prótesis en pacientes con mala cobertura.

Limitaciones del lipofilling o aumento de pecho con grasa propia:

  • En pacientes muy delgadas la técnica no se puede realizar.
  • Cuando la mama tiene una deformidad, no es posible en ocasiones resolver el problema sólo con injerto de tejido graso.

El procedimiento:

Es una técnica quirúrgica que normalmente se hace bajo anestesia general. El tejido graso se obtiene mediante una liposucción con cánulas específicas delgadas y poco traumáticas. Este tejido que obtenemos gracias a la liposucción lo debemos depurar antes de inyectar en las mamas.

El procedimiento que usamos para depurar este tejido es a través de la centrifugación suave y lavado con suero. Actualmente ya sabemos que la utilización de solo centrifugación aumenta el riesgo de fibrosis y pérdida de células grasas por necrosis. De manera que actualmente utilizamos un sistema llamado “puregraft”, que nos permite el lavado de la grasa extraída para disminuir la reabsorción del injerto graso.

El procedimiento de inyectar las mamas es a través de 6 – 7 punciones en cada pecho y con microcánulas inyectando cuidadosamente el tejido graso para favorecer la integración como tejido vivo. Es muy importante evitar el exceso de manipulación de este tejido para que después no se reabsorba. En ocasiones se puede utilizar un dispositivo externo que prepara a las mamas para el implante.

El postoperatorio:

Desde el día siguiente de la intervención se puede hacer vida prácticamente normal, evitando los esfuerzos grandes para no favorecer la reabsorción de grasa. Llevaremos un sujetador deportivo durante 2-3 semanas. Consideramos que el tejido injertado es estable a los 4 meses y, si la paciente desea un mayor aumento de pecho, lo podemos volver a hacer en 6-8 meses. A los 9 – 12 meses de la intervención recomendamos hacer una mamografía de control.